Se disfraza de azar y sólo se desnuda las manos. Camina invisible a las espaldas y baila en el silencio de la intuición.
Con su suspiro apaga las velas en la noche y susurra al oído la canción que sonó. Se deja acariciar la fría máscara sabiendo que pocos se atreverán a quitarsela. Simula la sorpresa y se entrega a la seducción.
Robert Frost - Dos vagabundos en tiempo de barro
Hace 17 horas
1 comentarios:
hermoso
hola
=)
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